IMEC

El servicio de control de calidad in situ se enfoca en garantizar que las edificaciones cumplan con los más altos estándares de seguridad y resistencia estructural mediante la aplicación de métodos de ensayo avanzados y no destructivos. Es un servicio integral que combina la aplicación de tecnologías modernas y métodos tradicionales para asegurar que cada aspecto de la estructura cumple con los estándares más altos de calidad, resistencia, y durabilidad. Esto es fundamental para el éxito de cualquier proyecto de construcción, ya que garantiza que la estructura no solo será segura y funcional, sino también capaz de resistir las demandas del entorno a lo largo del tiempo.

 

Uno de los métodos clave utilizados en este proceso es el método esclerométrico, que permite determinar de manera precisa el índice de resistencia estimativa de una estructura sin necesidad de romper probetas. Este enfoque es ideal para proyectos donde la rapidez y eficiencia son cruciales, ya que permite obtener resultados confiables de forma ágil, acorde con los tiempos de obra actuales. Además de los ensayos esclerométricos, el servicio incluye la posibilidad de realizar probetas in situ, las cuales se envían a laboratorios especializados para su análisis detallado. Estos ensayos en laboratorio proporcionan una verificación adicional de la calidad del material utilizado en la construcción, asegurando que cumple con las especificaciones requeridas y contribuyendo a la longevidad y seguridad de la estructura.

 

Otro aspecto importante del control de calidad in situ es la realización de ensayos de control de fluidez del hormigón, utilizando el conocido ensayo de cono. Este método permite evaluar la trabajabilidad del hormigón fresco, asegurando que se puede colocar y compactar correctamente, lo que es fundamental para evitar problemas como la segregación o la formación de vacíos en la estructura.